Se señala a Monteverde de no tener jóvenes ¿Es cierto esto?
Desde su inicio se ha contado con liderazgo joven, y recientemente, se integraron a 23 personas al proceso procurando buscar los balances adecuados de género, edad, ideología política, etc. Sin embargo, sabemos que no es suficiente y que debemos atraer a mas jovenes al proceso ya que juegan un rol muy importante en este proceso de unidad. Esperamos que con los nuevos mecanismos de integración en los que se están trabajando podamos superar este deficit.
¿Por qué algunas personas dicen que Monteverde es un espacio solo de izquierda?
Monteverde es un espacio amplio, plural e incluyente, hay personas que proceden de diferentes ideologías políticas, orígenes sociales y económicos. Pero en un ejercicio que se hizo en el ultimo encuentro se determino que la participación era de 55% de personas de centro derecha y 45% de izquierda, lo que evidencia la pluralidad del espacio.
Creemos que hay un buen balance en el grupo. Lo más importante de destacar es que el problema fundamental en Nicaragua es entre dictadura y democracia. Ortega es el adversario de todos. Partiendo de ese principio, en este proceso, las banderas ideológicas se quedan en casa. Los diálogos y los consensos que buscamos se basan en la democracia, la justicia y la libertad, sin importar las ideologías políticas.
¿Por qué hay personas que dicen que este es un proceso excluyente? ¿Qué están haciendo para abrirse a nuevos liderazgos?
Hace muy poco este proceso duplicó prácticamente la cantidad de participantes, esto representa un gran reto para la búsqueda de los consensos y acuerdos políticos que se necesitan para contribuir a una
transición cívica en Nicaragua. Las puertas del diálogo están abiertas, se está trabajando en los mecanismos de participación y alianzas para hacer más incluyente el proceso.
Dicen que Monteverde empezó desde 2021, ¿por qué hasta ahora escuchamos de él, por qué tanto secretismo?
Veníamos de prepararnos para un ejercicio electoral reprimido por la dictadura. Veníamos de una persecución y encarcelamiento feroz a la oposición, que provocó encarcelamiento y exilio de un gran
número del liderazgo. Se tuvieron que extremar las medidas de seguridad y confidencialidad hasta que madurara el proceso.
También hay que ser autocríticos. En el 2021, en medio de tanta represión y persecución, no pudimos ponernos de acuerdo. Todos los conflictos se ventilaban a través de medios públicos, causando mucha desesperanza en la ciudadanía, se abrieron muchas heridas y se profundizaron las desconfianzas. Por eso, en las dos primeras fases de este proceso conocido como Monteverde, nos hemos enfocado en tender puentes de comunicación y generar la confianza necesaria entre liderazgo que antes no podíamos dialogar.
Estas fases se han enfocado a sentar las bases para construir a una oposición que sea una alternativa fuerte y confiable para salir de la dictadura. Es difícil hacer esto con todas las presiones que conllevan
los procesos públicos y con las diferencias que ha habido en el pasado. Pero ahora nos anima el espíritu constructivo y de unidad.
¿Cuál es la estrategia de MV para salir de la dictadura? ¿Qué ruta proponen?
En primer lugar, debemos concertar todos los esfuerzos posibles, con los sectores más diversos posibles. Desde esa concertación de liderazgos diversos, ofrecer a la ciudadanía una alternativa de país en libertad, en democracia y con justicia. A través de la acción pacífica y el apoyo de la ciudadanía, desgastar al régimen y abrir espacios para una transición cívica a la democracia.
Nuestra ruta es la lucha cívica, la resistencia, la denuncia ciudadana. En la lucha cívica hay un amplio repertorio de recursos que se están poniendo en práctica desde el 2018. Sabemos que la dictadura cada vez se vuelva más totalitaria y en este contexto la incidencia internacional se vuelve más relevante.
¿En qué se diferencia este proceso de los demás que han habido en el pasado como por ejemplo la Coalición Nacional o la Alianza Ciudadana?
Estas organizaciones fueron creadas en el contexto electoral para dar una opción unificada a la ciudadanía ante un panorama electoral en donde se tuvieran condiciones medianamente aceptables.
Sabemos que esto no pasó y que la dictadura aniquiló las elecciones, y las redujo a un fraude electoral.
Hemos aprendido la lección, muchas lecciones que ahora las tenemos muy presentes para no volver a cometer los mismos errores y poner en prácticas aquellas cosas que si funcionaron.
Monteverde es un proceso plural de unidad y acción política que busca la salida pacífica de la dictadura y la construcción de una sociedad democrática e incluyente en Nicaragua.
¿Cómo escogieron a los que participan de Monteverde? ¿cuáles son los criterios de inclusión?
Monteverde nació de la idea de varios nicaragüenses exiliados en Costa Rica que identificaron la urgencia de tender estos puentes de comunicación ante la nueva realidad de la oposición en 2021 y de
la urgente acción conjunta para lograr la liberación de las presos y presos políticos, esta idea fue tomando fuerza y el grupo se fue ampliando con la participación de más personas a título individual, personas representativas, no en representación de organizaciones, y los criterios fueron que fueran
liderazgos reconocidos, que tuvieran incidencia dentro o fuera del país, generadores de opinión y personas con altos principios y valores éticos.
¿Quiénes participan de Monteverde?
Muchos liderazgos representativos como Juan Sebastián Chamorro, Félix Maradiaga, violeta Granera, Elíseo Núñez, Héctor Mairena, Jesús Tefel, Medardo Mairena, Alexa Zamora, Alex Hernandez , José Antonio Peraza , Daisy George, Suyén Barahona, Luciano Garcia, Tamara Dávila, Rosalia Miller, Damaris Rostrán, Juan Diego Barberena, Francisca Ramírez, Ana Quiroz, María Laura Alvarado, entre otros que prefieren por el momento no salir públicamente por seguridad.